Mismo salario por un mismo trabajo:
Con este cartel he querido luchar contra la brecha salarial,
que existe todavía a día de hoy, entre el hombre y la mujer.
Por eso el personaje principal es la mujer, ya que somos a
las que nos perjudica dicha brecha, y la mujer se encuentra con otra boca encima
ya que nos quieren mantener calladas.
La mujer tiene una mano masculina, para demostrar que somos
igual de válidos, y la mano está tatuada porque la gente no ve bien los
tatuajes en el mundo laboral y tenemos que dar a entender que, por llevar
tatuajes, que son un complemento más, no eres ni mejor ni peor persona, ni más
ni menos válido que otro.
La mano sujeta a un hombre con dos cabezas que está tachado,
para así demostrar que los hombres “no tienen dos cabezas”, es decir, que no
son más válidos por el simple hecho de ser hombres.
La técnica que he empleado es la de collage siguiendo una técnica dadaísta.
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